Los calvos lo tenemos fácil si queremos lavarnos la cabeza en la estación espacial internacional
Mira como el astronauta Luca Parmitano aprovecha el fenómeno de la capilaridad de los fluidos en su propia piel. El agua parece una masa de blandiblu (ahora «slime») que se mantiene pegada a su cabeza.
Es impresionante el buen humor que demuestra este astronauta pues en el 2013 protagonizó un accidente terrorífico cuando su casco se inundó de agua durante una caminata espacial E.V.A.
Afortunadamente Parmitano consiguió regresar a la seguridad de la ISS trepando por su cable de seguridad. Todavía tuvo que pasar unos interminables momentos en el módulo de despresurización.